ENTRADAS

Tres pequeñas rebeldes, jugosas y cargadas de sabor. No son para compartir… pero tampoco para dejar una sola. Dosis triple de sabor para rockear la mesa.

Una mordida y lo entiendes todo. Masa dorada, relleno sabroso y salsa que enciende el alma. Hechas a mano como los buenos solos de guitarra: con arte y precisión.

El solo más crujiente de la noche. Chicharrón que ruge con cada bocado, acompañado de patacones que le hacen segunda como buenos coros

Plátano, queso y una fritura que cruje como solo el buen rock sabe sónar. Dorados por fuera, cremosos por dentro, una combinación explosiva.

Crujen, conquistan y hacen ruido desde el primer mordisco. Plátano y chicharrón en una rola que nunca decepciona. Crocantes, intensas y alma rockera.